Los jóvenes rechazan la Bolsa o los fondos y se decantan por las criptomonedas
Las criptomonedas captaron la atención de los jóvenes inversores de manera destacada en 2021, año en que el bitcoin alcanzó su máximo histórico de 69,000 dólares antes de experimentar una caída del 77%, retrocediendo a alrededor de 15,500 dólares en pocos meses.
Esto se desprende de la Encuesta de Competencias Financieras del Banco de España correspondiente a 2021, que revela que el 13% de los españoles de entre 18 y 34 años adquirieron criptomonedas en los últimos dos años.
En contraste, instrumentos tradicionales de ahorro, como la compra de acciones en Bolsa (6%) o la contratación de fondos de inversión (5%), tuvieron una menor penetración entre los jóvenes. Las cuentas de ahorro bancarias (7%), planes de pensiones (2%), y la renta fija (por ejemplo, Letras del Estado) (0%) también mostraron cifras más bajas.
El interés por la compra de criptomonedas fue notablemente menor en otros grupos de edad, con solo el 6% de los encuestados de 35 a 44 años admitiendo haber adquirido estos activos en los últimos dos años, y este porcentaje disminuyó de manera proporcional con la edad, llegando al 1% en los grupos más mayores.
La media general de compradores de criptomonedas se situó en el 5%
Aunque los jóvenes fueron el grupo que más declaró la adquisición de vehículos de ahorro (23% frente al 20% de la media), esta tendencia se explicó principalmente por las criptomonedas, ya que en otros productos estuvo por debajo de la media.
El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, expresó su preocupación por la comercialización de criptomonedas, señalando que ofrecen un nivel de protección, regulación y supervisión significativamente inferior al resto de los productos financieros, y este riesgo se amplía entre los jóvenes, un grupo vulnerable que podría perder parte o la totalidad de su capital invertido.
Aunque reconoció el mayor nivel educativo y conocimientos financieros de este grupo, instó a la prudencia hasta que la Comisión Europea desarrolle una regulación específica.
En cuanto al resto de la encuesta, el Banco de España observó una mejora en las competencias financieras, con un aumento en la comprensión del concepto de inflación y de la diversificación de riesgos.
Sin embargo, aproximadamente el 33% de los encuestados aún no comprende completamente la inflación. La comprensión del tipo de interés compuesto disminuyó, y el porcentaje de respuestas correctas mejoró en 2 puntos porcentuales con respecto a 2016, alcanzando el 53%, acercándose a los países de su entorno pero sin cerrar la brecha con la media de la OCDE, que se sitúa en el 57%.